Oblatas de la Fraternidad San Pío X

Deseosas de dejar la vida secular para vivir del espíritu de la Fraternidad y de poder ayudar en sus obras, las Hermanas Oblatas de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X se santifican en el contacto con la Fraternidad, haciendo del santo Sacrificio de la Misa la fuente inagotable de su vida espiritual y religiosa.

Tienen por modelo a la Virgen María, Madre del Sacerdote eterno. Como ella, ofrecen  su vida cotidiana para ayudar a la redención de las almas, especialmente a la santificación de los Sacerdotes. Ellas se sienten felices de participar en el Sacrificio de Nuestro Señor, a imagen de Nuestra Señora de la Compasión, de pie, junto a la Cruz. Al ser miembros de una sociedad de vida en común sin votos, pronuncian un compromiso.

“Oblata”

El término oblata, según la etimología latina oblata, del verbo offerre, significa ofrecer y expresa toda la vocación de oblata.

De hecho, más que una simple designación entre las múltiples familias religiosas, este título de Oblata ¿no es en sí mismo un llamado a entregarse totalmente?

Esto es lo que toda novicia debe haber comprendido cuando el día de su oblación, arrodillada al pie del sagrario abierto, unida a Nuestra Señora de la Compasión, hace a Dios su ofrenda de víctima con la divina Víctima:
 

Os hago la ofrenda de mi persona, de mi vida, de todo lo que poseo, de todo lo que soy, para vuestra mayor gloria, oh Dios mío, por la salvación de mi alma, la salvación de todas las almas y muy especialmente por la santificación de los Sacerdotes y de los futuros Sacerdotes.” (Acto de oblación).

Una de las cuatro familias de la Fraternidad

En 1973, en la Carta a los amigos y benefactores núm. 5, a esta pregunta, que le fue formulada: “¿La Fraternidad comprende varias familias?”, Mons. Lefebvre respondía:
 

Comprende a los Sacerdotes y futuros Sacerdotes, luego a los Hermanos auxiliares, a las Hermanas Oblatas, y pronto, esperamos, a las Hermanas Religiosas de la Fraternidad… Por último, contamos, con la ayuda de Dios, con que los laicos en el mundo saquen provecho de los beneficios espirituales de la Fraternidad.”

En 1980, con el nacimiento de la Tercera Orden de San Pío X, Mons. Lefebvre veía la realización de su obra como él la había concebido, con las cuatro familias de la Fraternidad.

Apostolado

Al no estipular los Estatutos otro objetivo que el dedicarse a las obras de la Fraternidad según los talentos de cada una, el apostolado de las Oblatas puede ser tan variado como estas obras mismas.

Al final de su Noviciado, la nueva Oblata puede ser enviada ya sea a un priorato, a una escuela o a un seminario.

Ahí, en los diferentes ámbitos de vida, de manera muy humilde, a veces oculta, ella podrá ejercer las más diversas tareas, en función de sus aptitudes: tareas domésticas, costura, trabajo de oficina, secretariado, catecismo, enseñanza primaria y secundaria, cuidados de enfermería... Donde sea asignada, la Hermana Oblata no olvidará nunca que es dada para servir.

¿Dónde ejercen su apostolado?

Las Hermanas Oblatas pueden ser llamadas a ejercer su apostolado en cualquier lugar donde se encuentre la Fraternidad.

En 2014, había setenta y ocho Hermanas Oblatas, repartidas en diez países del mundo, principalmente en Sudáfrica, Alemania, Inglaterra, Canadá, Francia, Kenia, México y Filipinas.

¿Cómo entrar a las Oblatas?

Es necesario dirigirse al Superior General de la Fraternidad para entrar a las Oblatas.

Conviene que este paso sea aprobado por el Superior de Distrito, con la recomendación de un Sacerdote.

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Contacto:

Noviciado Santa Teresita
1922 Salvan (VS)
Suiza

Tel.:  + 41 27 761 2128