Apostolados
“La Fraternidad Sacerdotal San Pío X es esencialmente apostólica, porque el sacrificio de la Misa lo es también y porque sus miembros tienen que ejercer igualmente un ministerio exterior.” (Estatutos).
“La fe sin las obras está muerta.”
(Santiago 2, 26)
Llamo hombre recto al que juzga rectamente, y cuyos actos no desmienten el juicio. La fe y la acción deben ir juntas. Pero si separáis la fe de las obras, matáis la fe. Ya que sin las obras, está muerta. Una fe que no obra por amor no es sino un cadáver.
Cuando Caín extendió sus manos hacia Dios, no había en él rectitud, ya que los celos y el odio a su hermano jalaban su corazón hacia abajo. Estaba dividido en sí mismo, extendiendo su mano para sacrificar, y entregando su corazón a la envidia. Al estar en desacuerdo consigo mismo, no podía atraer hacia su persona el favor de Dios. Aún no había matado a su hermano, pero ya la fe estaba muerta en él. Porque no hay rectitud en un hombre cuya fe está muerta y cuyo corazón, vacío de piedad, se ha llenado de amargura.
Si buscas la gloria, si eres envidioso, si hablas mal de los ausentes, si devuelves el mal por el mal, éstas son cosas que Cristo no hizo. Pero si crees en Cristo, haz las obras de Cristo y tu fe vivirá.” (San Bernardo).
El apostolado de los miembros de la Fraternidad, inspirado por la caridad, está orientado por completo hacia la salvación de las almas. Se deriva de una vida de oración y del sacrificio de Nuestro Señor, que se ofrece cada día en la santa Misa.